La muerte de Luis Adolfo Galván, campeón del mundo con la Selección Argentina en 1978, provocó una profunda tristeza en Santiago del Estero, especialmente en su ciudad natal, Fernández. El exdefensor falleció este mediodía en Córdoba, donde residía desde hace años, luego de atravesar un delicado estado de salud. Tenía 75 años. En Fernández, su recuerdo sigue vivo entre los vecinos que lo vieron crecer y dar sus primeros pasos como futbolista.
El Club Talleres de Córdoba, donde Galván es considerado una leyenda, confirmó oficialmente su deceso. En un emotivo video que aún circula en redes, Galván recordaba con una sonrisa los ‘picaditos’ que jugaba en su infancia, cuando la pelota era un refugio y la pasión por el fútbol ya marcaba el camino que lo llevaría a la cima del mundo. En esos potreros santiagueños se forjó el carácter y la humildad que lo acompañaron toda su vida. Luis Galván no solo fue un símbolo del fútbol argentino por su impecable desempeño en la Copa del Mundo de 1978, sino también por su don de gente y su fidelidad a sus raíces.