Luis Enrique no solo ganó su primera Champions League como entrenador del Paris Saint-Germain, sino que también conquistó el corazón del mundo entero con una emotiva dedicatoria. En la previa de la final ante el Inter de Milán, el técnico español recordó a su hija fallecida Xana con palabras llenas de amor: ‘Xana está espiritualmente con nosotros’. Este mensaje, pronunciado con la serenidad de quien ha enfrentado un dolor profundo, resonó en el estadio de Múnich trascendiendo el ámbito futbolístico.
El PSG logró una contundente victoria por 5-0 ante el Inter, consagrándose campeón de Europa por primera vez en su historia. Sin embargo, el triunfo deportivo quedó opacado por el emocionante homenaje de Luis Enrique a su hija, quien falleció en 2019 a los 9 años víctima de un osteosarcoma. El entrenador creó una fundación en su nombre para impulsar la investigación del cáncer infantil y ayudar a familias en situaciones similares. La noche de la final, la historia de superación personal del técnico se convirtió en tendencia mundial, recordando que el fútbol también puede ser un vehículo para transmitir valores humanos profundos.