En Argentina, el fútbol no se juega solo con los pies: se juega con el corazón. En cada gol hay una historia, en cada abrazo hay memoria, y en cada lágrima, amor. Hoy, Platense escribió una página gloriosa al clasificarse a la final del Torneo Apertura 2025 tras vencer a San Lorenzo. Pero lo que hizo de esta jornada algo inolvidable no fue solo el resultado, sino un gesto simple y poderoso: una llamada de mamá.
En medio del festejo, con las pulsaciones a mil y la emoción a flor de piel, el DT Favio Orsi recibió un llamado. Atendió, escuchó… y se quebró. Lloró. Y con él, todos los que entendemos que el fútbol, más que un deporte, es una extensión de lo que somos. Y entonces resuena en la memoria colectiva aquella frase ya legendaria: ‘El que no quiere a Maradona, no quiere a su madre.’ Porque en este país, fútbol y maternidad están hermanados desde siempre. Hay algo sagrado, casi biológico, en el llamado de una madre después de un partido.